Las distribuidoras y comercializadoras de energía desempeñan funciones distintas en la cadena de suministro y en la relación con los consumidores. En este artículo te contamos cuales son sus principales diferencias:
Distribuidora:
- Es la empresa encargada de operar y mantener la red de distribución eléctrica.
- Su función principal es la de impulsar las ventas, llegar a nuevos mercados y aumentar la visibilidad de la marca.
- También se encarga de la lectura de medidores, la facturación y la resolución de problemas técnicos.
- Además son los responsables de la infraestructura física, como cables y subestaciones (esta infraestructura es esencial para llevar la electricidad desde las plantas generadoras hasta los hogares y las empresas)
- Y mantienen por lo tanto una relación directa con los usuarios finales, ya que gestiona la entrega hasta los consumidores finales.
Comercializadora:
- Se centra en la venta de energía eléctrica a los consumidores.
- Puede comprar la energía directamente de los productores o de un mercado mayorista y luego la vende a los usuarios finales.
- No poseen las infraestructuras físicas de distribución.
- Se enfoca en la comercialización y venta de la electricidad. La relación con el cliente es indirecta; se enfocan en la entrega eficiente y adecuada de productos.
- Se centra en aspectos comerciales, como tarifas, contratos y servicios adicionales.
- Su función principal por lo tanto es recibir productos del fabricante y entregarlos a los minoristas o directamente a los consumidores.
Puntos en común:
A menudo, las comercializadoras y distribuidoras trabajan en conjunto para garantizar que la oferta y la demanda estén equilibradas. La colaboración puede ayudar a la eficiencia de la cadena de suministro.
Ambos desempeñan un papel crucial en conseguir satisfacer las necesidades del cliente, aunque desde puntos de vista diferentes.
Existen algunos casos, donde una empresa puede desempeñar ambos roles, siendo tanto distribuidora como comercializadora de energía renovable.